En su quincuagésima película, Woody Allen conoce a Claude Chabrol en París. Su encanto parisino con un toque de déjà vu, especialmente si has visto “Matchpoint”. La actuación es acertada, incluso si parece que sus franceses son en realidad neoyorquinos que hablan con un acento extraño. Es como si Allen hubiera dado un paseo por el pasado, repitiendo algunas de sus ideas anteriores. A pesar de esto, Coup de Chance” logra crear una historia convincente, manteniendo a la audiencia comprometida con su trama de buen ritmo y diálogo ingenioso. Al final, Allen demuestra una vez más su capacidad para crear una experiencia cinematográfica agradable, incluso si las sombras de sus éxitos pasados acechan en el fondo.